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Publicado el 26 septiembre, 2018
Los neumáticos de los vehículos están expuestos a muchas cosas que pueden dañarlos, por lo que merecen atención particular durante la rutina de mantenimiento. Aun cuando son de hule, las llantas de todo vehículo pueden presentar resequedad, la cual acelera su desgaste, termina su vida útil prematuramente y lo más importante: pone en riesgo tu seguridad y la de quienes te rodean.
Es importante que evitemos esa resequedad para tener certeza de que nuestro vehículo circula de manera segura por calles y carreteras. Aquí te diremos cómo prevenir riesgos para las llantas de tu vehículo.
Elementos como la tierra, aceite lubricante desechado y otros, que absorben la humedad del hule de los neumáticos, se adhieren todo el tiempo a estos. Dichos contaminantes causan resequedad y dejan a los neumáticos expuestos a factores como baches, ya que si su material no se encuentra humectado, no puede absorber el impacto como debe y esto produciría un chipote en la misma.
Para mantener las llantas humectadas solo necesitas una esponja y abrillantador, para frotar sobre las superficies de las llantas. El abrillantador tiene muchas cualidades que protegerán los neumáticos y otras partes de los vehículos, como son:
Además de humectar las llantas con el uso de un abrillantador, existen otras maneras de asegurar las condiciones adecuadas para circular y mantener la seguridad en el camino.
Mantén limpias las llantas: a mayor cantidad de residuos en su superficie, mayor riesgo de que el hule pierda sus cualidades. Por ello recomendamos lavar habitualmente todo vehículo.
Dos elementos que pueden afectar al hule de las llantas son los rayos UV del sol, y la orina de los perros. Si dejas tu auto expuesto al sol, usa abrillantador de manera frecuente para proteger las llantas, además de lavar los rines.
Otras formas de mantener tus vehículos en buen estado están en nuestro blog, para el momento que las necesites.