Mientras la llamada nanociencia estudia a los objetos, moléculas y átomos cuyo tamaño corresponden a la escala nanométrica, la nanotecnología se refiere al estudio, utilización y creación de estructuras a partír de estos átomos y moléculas. El término nano, se refiere a un valor de 10-9, el cual corresponde a una billonésima del metro. Con la idea de ejemplificar estas dimensiones, se podría mencionar como ejemplo que un cabello humano corresponde a 100,000 nanómetros de diámetro y a una hoja de papel le correspondería una medida de 60,000 nanómetros de espesor. Ya que las nanoestructuras son tan pequeñas, se requiere de métodos y equipo sofisticado para observar y fabricar estas nanoestructuras.

Si bien para magnificar un objeto 10 veces se requiere de una lupa y para poder magnificarlo 100 veces se requeriría de un microscopio óptico, para poder magnificar la escala nano se requiere de microscopios de fuerza atómica. Cuando la materia, como la conocemos en nuestro mundo, se manipula a estas escalas atómica y molecular, se ha podido demostrar que esta adquiere propiedades totalmente nuevas. Las estructuras a nivel nano han existido en la naturaleza siempre y como ejemplo, se podría mencionar que el diámetro de una hebra de ADN mide alrededor de tres nanómetros y que la pared de una burbuja de jabón alrededor de diez nanómetros.

Un ejemplo de este concepto con un material fabricado lo constituyen los llamados nanotubos de carbono, los cuales han sido utilizados por los científicos en nuevas aplicaciones en materia de energía, medicina, informática, etc. Los nanotubos de carbono representan sin duda el producto más importante derivado de los llamados fulerenos y donde estos nanotubos, como su nombre lo indica, se componen de una o varias láminas de grafito enrolladas sobre sí mismas, creando estructuras huecas de enorme resistencia. Estas nanoestructuras presentan diámetros desde unos cuantos nanómetros de espesor hasta miles de nanómetros de longitud.

En Bardahl, al aplicar y desarrollar utilizando estos nuevos materiales nanoestructurados, hemos podido diseñar y mejorar las características de desarrollo de los mismos y por lo tanto, optimizado sus propiedades de uso. De esta manera, el estudio continuo y la investigación de estos nanomateriales, le ha permitido a Bardahl el incursionar con nuevos materiales presentando novedosas propiedades, lo que ha redundado en la formulación de excepcionales nuevos productos.

 

El Centro de Calidad, Investigación y Desarrollo es el más avanzado de su tipo en América Latina.

 

Sin duda, uno de los más modernos del mundo. Está aprobado ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), bajo la norma NMX-EC-17025-IMNC-2008 Q- 0092 – 010/11.

Nuestro laboratorio cuenta con métodos ASTM, SAE y NOM para la verificación de nuestras materias primas y productos terminados, es el más equipado y especializado de la industria.

Contamos con el mejor laboratorio de líquido de frenos, acreditado para certificar la calidad de cualquier marca a nivel mundial, relacionada con este tipo de productos. Esto nos ha permitido no solamente cumplir, sino también superar especificaciones en la industria tales como API, MERCON, DEXRON, JASO, TC-W, TCWE.