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Publicado el 11 julio, 2018
Seamos honestos, una de las zonas más olvidadas durante el mantenimiento del auto son los rines. Como la mayoría están hechos de aluminio, es común creer que su superficie no se oxidará, y por lo tanto no sufrirán por corrosión.
Desafortunadamente esto es un error que puede salir muy caro. Sin importar el material del que estén construidos, los rines están expuestos todo el tiempo a contaminantes y humedad que pueden dañar tanto su aspecto como su integridad.
Los rines requieren atención y aquí te explicaremos qué hacer para evitar daños potenciales. Es importante destacar que los rines de acero son más propensos al óxido, por lo cual necesitan más atención para prevenir la corrosión.
A contaminantes, tanto externos tierra, polvo, lodo y otros desechos orgánicos e inorgánicos, como a residuos derivados del mismo auto. Uno de los causantes principales de corrosión en todo tipo de rines es el polvo derivado del desgaste de natural de las balatas de los frenos del auto. Es muy abrasivo, por lo que se adhiere y con el paso del tiempo se vuelve más difícil removerlo y comienza a dañar la superficie metálica, de forma similar a la corrosión.
El lodo que se levanta del pavimento es una mezcla de tierra, agua, combustible, aceite sucio y más. Ya que se adentra en la parte interior y en los recovecos, es difícil de limpiar y degrada los metales, además de permitir formaciones de óxido o algunos otros elementos corrosivos para los metales.
Para limpiar tus rines necesitas: un quitamanchas, un cepillo y cera líquida, la cual se encargará de proteger los rines hasta después de haberlos lavado.
Primero agrega una capa de agua y después aplica el quitamanchas en toda la superficie, asegurándote que la espuma del producto cubra todo el rin, en especial esos pequeños espacios en los que se puede almacenar la suciedad.
Con un cepillo de esponja o de cerdas suaves que proteja el acabado de los rines, talla enérgicamente para que las cerdas lleguen hasta los rincones más profundos.
Una vez que has terminado de lavarlos, enjuaga y seca los rines para así agregar una ligera capa protectora con cera líquida. Para ello necesitas un bote de cera líquida, una tela de microfibra y un poco de paciencia para cubrir todo. La cera líquida protegerá de la humedad y de otros elementos del clima.
Ahora ya lo sabes: recuerda darle mantenimiento a los rines de tu auto o camioneta y no permitas que la corrosión gane y acabe con esta parte fundamental para que tu auto ruede. Si requieres más información acerca de cómo nuestros productos podrían ayudarte visita nuestro blog.