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Publicado el 3 enero, 2019
Ya hemos platicado varias veces de que el sistema de enfriamiento es crucial para que nuestros vehículos funcionen adecuadamente y no queden expuestos al calor, lo que generaría que el aceite lubricante también deje de proteger como debería y que entonces haya fricción y desgaste innecesarios dentro del motor.
Todo eso puede suceder si pasas por alto el mantenimiento al sistema de enfriamiento: revisión del líquido anticongelante, las mangueras del radiador, y todas las juntas que deben permitir el libre flujo del anticongelante en su interior para garantizar el funcionamiento.
Primero es importante entender cómo es que el sistema de enfriamiento del auto en realidad enfría el motor. Es un proceso muy simple: además de la cámara de combustión y de lubricación, en donde queda todo el aceite lubricante, el motor tiene una serie de canales por donde circula el líquido anticongelante cuya temperatura es menor que la del bloque del motor. Al estar en contacto con las paredes de estas cavernas, la energía pasa del motor al líquido, lo cual reduce la temperatura del metal de las piezas del motor.
El líquido anticongelante llega al radiador, ese cuadrado de aluminio en dónde al parecer solo se quedan pegados los insectos cuando viajamos en carretera. En realidad es como un panal de abejas, lleno de otros tubos por donde circula el anticongelante, y a su vez, tiene otros espacios por donde el aire que golpea el frente del auto al circular, pasa y enfría al líquido.
Los líquidos anticongelantes están fabricados a base de agua adicionado con etilenglicol, que no permite que el agua se evapore ni congele en las temperaturas usuales, por lo que es ideal para estas funciones. Sin embargo, al estar fabricado con agua, también está expuesto a generar óxido en la parte interior del sistema, y que las acumulaciones reaccionen con los metales y comienzan a generar oxidación dentro del sistema de enfriamiento. Con el tiempo esto se convierte en corrosión que se acumula y llega hasta bloquear el flujo del anticongelante.
Existen dos maneras simples de detectar una falla en el sistema de enfriamiento del auto. La primera es porque la temperatura del auto sube, y la segunda es porque puedes ver cómo las mangueras de hule del sistema de enfriamiento se deforman de su tamaño original, señal de que el anticongelante no está circulando libremente.
Un líquido anticongelante de alta calidad garantiza que el sistema se encuentre limpio. Un cambio anual del mismo asegura que el sistema esté en buenas condiciones. Cuando lo purgues recuerda revisar que no haya formaciones de sarro y corrosión.
Ahora lo sabes: para que tu auto se enfríe de manera eficiente debes utilizar un anticongelante de buena calidad que ayude a que no se generen estas formaciones. En nuestro blog encontrarás consejos que te ayudarán a proteger tu auto. ¿Qué estas esperando para visitarlo?