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Publicado el 14 septiembre, 2021
Los tractores comenzaron a aparecer a principios del siglo 19, con motores de vapor con ruedas. Asistiendo con las tareas de campo y agricultura, empujando y jalando los accesorios que apoyaban a los agricultores a realizarlas de manera más sencilla, más eficiente y sin las variables de desempeño y costos elevados de los animales de trabajo de granja. El primero que se tiene registro es de 1812, desarrollado por Richard Trevithick, y para 1903 Charles W. Hart y Charles H. Parr desarrollan el primero a gasolina de dos cilindros y pesaba alrededor de 6 toneladas.
Entre 1916 y 1922 más de 100 empresas dentro de los Estados Unidos se dedicaban a la fabricación y comercialización de tractores agrícolas, de todos tamaños y funciones. Hasta 1930 las ruedas eran de metal, no tenían luces hasta 1939 ni marcha electrónica hasta 1940. Un par de años después, la marca John Deere presentaría el primer tractor de motor diésel con más de 40 caballos de fuerza.
Conforme pasó el tiempo, el público comenzaba a demandar la versatilidad de los tractores. La potencia del motor del tractor y la eficiencia del uso para menores escalas, ya sean tierras con menor área, granjas personales o incluso hogares. Los fabricantes comenzaron a adaptar las tecnologías en vehículos más pequeños para satisfacer estas necesidades.
Un elemento que notaron no sería práctico equipar en tractores pequeños fue el motor diésel de un tractor de tamaño más grande. Debido a que el torque desarrollado por estas máquinas excedía significativamente los requerimientos de los clientes potenciales, además de añadir peso y dimensiones totalmente innecesarias. L mayoría de ellos hoy en día equipan motores a gasolina de tractores pequeños, y en otros casos, ya se explora con motores eléctricos en tractores caseros.
Las tareas realizadas por un tractor pequeño sin lugar a duda no se comparan con las de un tractor de tamaño completo. Sin embargo, tienen muchas funciones muy similares, simplemente con un tamaño menor. Existen elementos que deben mantenerse en estado correcto, el aceite hidráulico generando la presión suficiente, un sistema de enfriamiento que permita que el líquido anticongelante nivele la temperatura del motor y no dañar algún sistema. También llantas en buen estado que permitan un movimiento adecuado, chasis y exterior limpio que pueda evitar la formación de óxido y corrosión y los elementos engrasados para que le movimiento no se vea afectado por la fricción. Claro, el mantenimiento respectivo a los accesorios del tractor.
Aún con todas las tareas a realizar la más importante sigue siendo la lubricación adecuada del motor del tractor, para garantizar que la fricción no hará daños en el interior del motor ya que se verán expuestos a grandes tareas y esfuerzos. El aceite lubricante dependerá directamente del tipo de motor, el tamaño y las condiciones en las que será utilizado. Nosotros siempre recomendamos apegarse al grado y viscosidad del aceite lubricante que el fabricante recomienda para asegurarnos que estamos protegiéndolo en las condiciones para las cuales fue diseñado.
No importa si es una gran máquina o una pequeña, el mantenimiento del motor del tractor te ayudará a que te simplifique las tareas y hacerlo más económico. Evita darte dolores de cabeza y generar gastos adicionales. Visita nuestro blog para más consejos útiles de mantenimiento de tu herramienta, vehículos y muchas cosas más.