Del latín trahere «tirar», es un vehículo especial autopropulsado que se usa para arrastrar o empujar remolques, aperos u otra maquinaria o cargas pesadas. Existen tractores destinados a diferentes tareas, como la agricultura, construcción, el movimiento de tierras o mantenimiento de espacios verdes profesionales (tractores compactos).
Una de sus características principales es su buena capacidad de adherencia al terreno. Gracias a este instrumento se ha posibilitado disminuir la mano de obra utilizado y el tiempo, además de la mecanización de las tareas de carga y tracción que tradicionalmente lo realizaban animales como asnos, bueyes o mulas.
Los tractores se componen de chasis, motor, transmisión, alzamiento hidráulico, enganche, transmisión hidráulica, dirección y ruedas.
Existen diferentes tipos de tractores dependiendo su ámbito:
- Agrícola.
- Construcción.
- Motocultores (pequeñas dimensiones).
El tractor causa la mayoría de los accidentes mortales en el sector agrario. Las causas más importantes de los accidentes más graves al tractor son las siguientes:
– El aplastamiento por vuelco del tractor sin estructura de protección, así como la falta de uso de cinturón de seguridad.
– Los atropellos, tanto de otros trabajadores o pasajeros adicionales como del propio tractorista al subir o bajar del tractor en marcha.
– El atrapamiento por ejes de transmisión, tomas de fuerza, poleas, correas o engranajes también provoca numerosos accidentes.
Por todo ello es indispensable un mantenimiento adecuado del tractor y garantizar que dispone de estructura de protección y cinturón de seguridad. Además el tractor debe ser utilizado únicamente por trabajadores designados para ello, que hayan recibido una formación específica y dispongan del carné reglamentario. Por su parte el tractorista está obligado a hacer un buen uso del tractor respetando las instrucciones y normas de seguridad.