Hay varias razones por las que podrías experimentar un pedal de freno blando o esponjoso en tu vehículo. Es esencial averiguar qué puede estar causando este problema, ya que tu seguridad y la de los que te rodean estaría en riesgo y, por supuesto, esto es de suma importancia.
Cuando tienes un pedal de freno esponjoso, la resistencia del pedal bajo el pie se reduce, lo que lo hace menos eficaz. Podría tardar más en reducir la velocidad o detener el coche, o los frenos podrían no ser capaces de detener el vehículo por completo. Esto puede ser especialmente peligroso en una situación de emergencia e incluso en la conducción cotidiana y normal.
Si experimentas un pedal de freno esponjoso cuando intentas reducir la velocidad o detener el vehículo, la causa puede ser uno o varios de los siguientes problemas:
- Fugas de líquido de frenos: La esponjosidad del pedal puede deberse a una fuga en el sistema hidráulico de frenos. El síntoma más común y el primero de una fuga de líquido de frenos es un pedal esponjoso. Compruebe si hay fugas en los frenos y revise las mangueras, pinzas, cilindros de rueda y cilindro maestro para ver si hay signos de fugas. La falta de líquido de frenos podría provocar fácilmente un frenado defectuoso y la incapacidad de detener correctamente su vehículo.
- Aire en el líquido de frenos: Cuando entra aire en el sistema hidráulico, notarás que el pedal está esponjoso. La entrada de aire en el sistema puede producirse si no hay suficiente líquido de frenos en el cilindro maestro, si entra aire en el sistema cuando se revisan los frenos o si el aire encuentra su camino a través de las tuberías de freno. Sangrar el sistema de frenos para eliminar los bolsillos de aire es el remedio para este problema.
- Pastillas de freno desgastadas: Si las pastillas de freno están viejas, es posible que ya no ejerzan la presión adecuada sobre los discos para detener el vehículo. Si este es el caso, habrá que sustituirlas. Muchos vehículos modernos están equipados con sensores que indican cuando las pastillas de freno están desgastadas, pero si tu vehículo no tiene esta función, es posible que tengas que inspeccionar visualmente las pastillas para ver si están desgastadas.
- Líquido de frenos sobrecalentado o desgastado: Cuando el líquido de frenos empieza a calentarse en exceso o a envejecer, puede comprimirse con demasiada facilidad. Este líquido es el que crea la presión necesaria para accionar los frenos. El líquido de frenos sobrecalentado puede crear un pedal esponjoso. Si el líquido de frenos es viejo o se ha sobrecalentado, habrá que purgarlo y sustituirlo.
- Cilindro maestro defectuoso: El cilindro maestro, que se encarga de suministrar la presión hidráulica al sistema de frenos, puede desgastarse o dañarse con el tiempo, lo que podría provocar esponjosidad del pedal. Si sospechas que el cilindro maestro es el dañado, debe inspeccionarlo un profesional para asegurarse de que funciona correctamente. Si está defectuoso, habrá que sustituirlo.
Como puedes ver, un pedal de freno blando o esponjoso puede tener diversas causas. Es importante que lleves a revisar tu vehículo por un profesional en cuanto notes que hay un problema con los frenos. Esto no sólo garantizará tu seguridad y la de los que te rodean, sino que también te ahorrará dinero a largo plazo, ya que detectar los problemas a tiempo puede evitar que se desarrollen problemas más importantes.