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Publicado el 12 septiembre, 2017
Desde 1926 el anticongelante ha sido una parte fundamental para el funcionamiento de los autos tal y como los conocemos hoy. Su tecnología anterior utilizaba otros compuestos para elevar el punto de ebullición y disminuir el punto de congelamiento del agua.
Camiones, motocicletas y muchas otras máquinas tienen motores de enfriamiento por agua; incluso las computadoras, aunque estas usan una formula distinta, pero el propósito es el mismo: no permitir que el líquido anticongelante, encargado de enfriar el motor, se congele en temporadas de frío. De lo contrario los sistemas se dañarían.
Asimismo deben evitar que en temporadas de mucho calor el anticongelante se evapore, dejando al motor expuesto a la alza de las temperaturas. Además ayuda a prevenir la corrosión que normalmente se genera con las piezas metálicas y plásticas por el contacto con el agua.
Existen dos tipos de anticongelante según el tipo de motores que enfrían. Uno es para los motores a diésel, hecho a base de etilenglicol e inhibidores de corrosión de avanzada tecnología híbrida que no contienen fosfatos, nitratos, boratos ni silicatos. Está diseñado para cumplir requerimientos de desempeño de los motores a diésel de servicio pesado.
Por otro lado está el caso de los motores a gasolina. Su anticongelante tiene componentes distintos, porque estos motores no funcionan de la misma manera. Además la generación de calor también es distinta, por lo que las fórmulas deben de ser distintas.
El color del anticongelante no tiene que ver nada con su función, excepto en anticongelantes inteligentes, que comienzan su vida en un color y este cambia cuando es necesario sustituirlo. En el caso del anticongelante inteligente tienen como beneficios particulares:
No se recomienda mezclar anticongelantes con fórmulas distintas, ya que tal vez generen una reacción que dañe alguno de los componentes del sistema de enfriamiento.
En caso de que sea necesario agregar un anticongelante distinto al que está en el auto, evita rebasar el 20% del total con el nuevo líquido anticongelante. De lo contrario es mejor purgar el anticongelante anterior y sustituirlo por completo. En este caso antes debes realizar una limpieza con agua para evitar que queden residuos de los químicos en los canales del sistema de enfriamiento.
Para purgar el anticongelante es necesario tener conocimientos de mecánica. Si no estás seguro de cómo hacerlo, recomendamos llevar tu vehículo con un mecánico especializado que te ayude a dejar el sistema de enfriamiento totalmente funcional sin arriesgar el bienestar de tu auto.
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