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Publicado el 25 mayo, 2025
La corrosión es la oxidación del metal por exposición al aire, la humedad, productos químicos y otros elementos. En los sectores industrial y automovilístico, éste es un problema común que puede provocar daños en maquinaria y equipos. La corrosión puede presentarse debido a determinados productos químicos, por lo que, al fabricar lubricantes, es importante asegurarse de que pueden resistir la corrosión. Para ello, se añaden inhibidores de corrosión a la formulación del lubricante para garantizar que las superficies metálicas permanecen libres de este daño. Estos aditivos desempeñan una función esencial en el rendimiento de los lubricantes para proteger la maquinaria a la que se aplican.
Los inhibidores de corrosión son compuestos químicos que se añaden a los lubricantes para prevenir o inhibir el proceso de corrosión. Suelen estar compuestos por diversas sustancias químicas, como fosfatos, silicatos e hidrocarburos, así como algunos aditivos patentados. Estos compuestos actúan formando una barrera en la superficie metálica para impedir el contacto del metal con los elementos nocivos que provocan la corrosión.
Además, los inhibidores de corrosión suelen actuar adsorbiéndose en la superficie del metal, lo que forma una película de sustancias químicas que impide el contacto del metal con los agentes corrosivos del entorno.
Los inhibidores de corrosión son importantes porque evitan los daños que la corrosión causa a maquinaria y equipos. Cuando las superficies metálicas no están protegidas adecuadamente, el óxido y la corrosión que se producen pueden ser costosos y llevar mucho tiempo repararlos. Los inhibidores de corrosión garantizan que las superficies metálicas se mantengan en buen estado, incluso cuando se aplican lubricantes a condiciones de funcionamiento extremas. Por otra parte, pueden aumentar la longevidad y fiabilidad de la maquinaria, así como disminuir los costes de mantenimiento y reparación.
Los inhibidores de corrosión ofrecen una variedad de beneficios que los convierten en una adición indispensable a los lubricantes. Algunos de los beneficios más importantes de los inhibidores de corrosión son:
Algunos inhibidores de corrosión son biodegradables, lo que proporciona una alternativa respetuosa con el medio ambiente frente a otros productos a base de petróleo. Los inhibidores de corrosión biodegradables pueden ayudar a reducir el impacto global de los lubricantes en el medio ambiente.
Al elegir inhibidores de corrosión es importante tener en cuenta diversos factores, como el tipo de entorno en el que se utilizará el lubricante, así como los metales que se van a proteger. La elección del inhibidor dependerá de estos puntos, así como, potencialmente, de la marca específica de lubricante y aditivos que se utilicen.
También es importante tener en cuenta que algunos inhibidores de corrosión pueden generar efectos en otros sistemas. Por ejemplo, pueden tener un impacto negativo en juntas y mangueras, por lo que es importante realizar pruebas para determinar la compatibilidad con otras partes del sistema.
Los inhibidores de corrosión desempeñan un papel crítico en la eficacia y fiabilidad de los lubricantes. Al prevenir la corrosión de las superficies metálicas, estos aditivos ayudan a mejorar la longevidad de la maquinaria, así como a reducir los costes de mantenimiento y reparación. Al elegir un inhibidor de corrosión, es importante tener en cuenta una serie de factores, como el tipo de entorno en el que se va a utilizar el lubricante, así como los metales que se van a proteger. Con sus distintas ventajas, los inhibidores de corrosión constituyen una adición esencial a los lubricantes que puede ayudar a garantizar el funcionamiento eficaz y fiable de la maquinaria.