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Publicado el 15 noviembre, 2016
Uno de los problemas más comunes en los automóviles es el sobrecalentamiento, debido a la cantidad de piezas móviles que se encuentran funcionando dentro del motor y que están en contacto constante entre unas y otras.
Ya te has encargado de darle el mejor aceite lubricante a tu motor, el más adecuado, el que más protegerá las piezas de tu motor, pero aun así no será suficiente para protegerlo del todo. El sistema de enfriamiento cumple un rol fundamental en mantener el motor de tu auto funcionando en el rango ideal de temperatura, evitar esfuerzo y desgaste adicional. Es por eso que utilizar anticongelante es de vital importancia.
Son fluidos desarrollados a través de un proceso químico que reducen dramáticamente el punto de congelación del agua para que, como su nombre lo dice, no se congele el líquido, permitiendo su libre circulación. De la misma manera y gracias a sus componentes, eleva el punto de ebullición, permitiendo que el líquido circule dentro del motor, manteniendo la temperatura ideal de funcionamiento. Esto reduce el desgaste y el esfuerzo, lo que también beneficiará en un corto plazo, el consumo de gasolina.
El líquido anticongelante es esa “agua” color fosforescente, verde, roja o azul, con la que se llena uno de los recipientes dentro del motor.
A grandes rasgos: desde el depósito del líquido anticongelante, cuando el motor está encendido, pasa al radiador, en donde los canales permiten el libre flujo, regresándolo a la temperatura ambiente. Después circula por los canales internos del bloque del motor, reduciendo la temperatura de éste, apoyando al aceite lubricante. Es decir, cuando el producto frío circula por el motor caliente, la temperatura de ambos se nivela, incrementando la del líquido anticongelante y reduciendo la del motor.
Una vez que el líquido anticongelante ha circulado por todo el motor, nivelando la temperatura, regresa al radiador, en donde de nueva cuenta es enfriado y enviado, otra vez a nivelar la temperatura del motor. Cada vez que recircula el líquido, esta tarea es cada vez más fácil, manteniendo las propiedades del líquido anticongelante.
Todo este proceso es posible gracias a la bomba de agua, la cual funciona primordialmente por medio del sistema de poleas, lo que quiere decir, que mientras el motor se encuentre funcionando y las bandas estén en buen estado, los ductos serán llenados por anticongelante.
Existen otras piezas fundamentales y que ejecutan tareas de suma importancia, como el termostato, que monitorea la temperatura del motor, y en caso de excederse el límite alto de ésta, envía una señal electrónica a la computadora en coches modernos, y se apaga automáticamente protegiendo la integridad del motor.
Como mencionamos antes, existen diferentes tipos de anticongelantes para autos, unos son rebajados con agua y otros son inteligentes, que están directamente formulados y desarrollados para añadirse directamente al depósito sin dañar el sistema de enfriamiento del automóvil. Es importante señalar que hay algunos productos, que debido a la naturaleza de sus componentes, pueden generar corrosión, lo cual afectará el correcto funcionamiento de las mangueras, bombas y cámaras de enfriamiento, por lo que es importante buscar productos que sean amigables con tu auto.
Existen muchas cosas que se pueden hacer, sobre todo para prevenirlo. Revisa, por lo menos una vez al mes, el nivel del líquido anticongelante para garantizar que el sistema de enfriamiento funcione y proteja adecuadamente a tu motor.
En caso que suceda un sobrecalentamiento del motor, te recomendamos lo siguiente: