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Publicado el 17 enero, 2023
Navidad se acabó y ya es hora de quitar las luces y las decoraciones que embellecieron las calles, centros comerciales y casas. El elemento más representativo de esta época sin duda es el árbol de Navidad, tanto que es el símbolo que inaugura los festejos. A la hora de elegir cuál pusiste en casa, seguramente surgió la pregunta: ¿natural o artificial?
Entre todos los factores involucrados en decidir qué tipo de árbol pondrás en casas, hay 3 principales: cuál se ve mejor, cuánto contamina cada uno y el costo.
En cuanto a cuál se ve mejor, depende, por completo del gusto de cada quién. El árbol artificial tiene la ventaja de que se puede acercar mucho más a la idea de decoración que tengas en mente. Por ejemplo, puedes encontrarlo en diferentes tamaños sin perder su cualidad de verse frondosos. Otro punto a favor es que hay de diferentes colores; desde distintos tonos de verde, hasta plateados, dorados o casi de cualquier tono que quieras. Esto le dará, sin duda, un toque excepcional a tu decoración.
Ahora, ¿cuál contamina menos? Este suele ser un punto decisivo para muchos y la razón que define la elección. El árbol artificial tiene la desventaja de que está hecho con PVC, un derivado del petróleo que, generalmente, contiene plomo. Pero, puedes comprar uno que te dure hasta 10 años en buen estado; aunque para que el artificial resulte más ecológico, debería durar 20 años.
Por otro lado, los naturales no contaminan, pero la tala de árboles para Navidad es un problema que impacta en el medio ambiente porque dejan de producir oxígeno y su ausencia hace que el CO2 se acumule. Es cierto que tener un árbol natural en casa cambia el ambiente, de inicio, por el agradable aroma que desprende; aunque, si no te gustan los insectos, debes pensarlo bien porque, al ser naturales, es probable que alguna arañita quede entre sus ramas. Para resolver un poco el asunto de la tala de árboles, muchos científicos están buscando la forma en que los pinos generen semillas a los 4 años y no a los 40 como sucede originalmente.
Vayamos al tema del costo. Aunque depende del tamaño, generalmente, los árboles naturales cuestan menos que los artificiales. Uno natural va desde los $500 hasta los $2,000 pesos (MXN), mientras que uno artificial está entre $1,000 y $20,000. Esto varía tanto por la diferencia de tamaño en cada caso, así que puedes encontrarlos a menor (o mayor) costo.
Un punto extra: considera que, llegada esta época del año, tendrás que quitar el árbol. El artificial regresará a su caja y el natural habrá que tirarlo a la basura o llevarlo a un punto de recolección.
Después de estas consideraciones, ¿qué tipo de árbol elegirás para la próxima Navidad?