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Publicado el 18 octubre, 2022
Desde hace unos años hemos visto la tendencia a que cualquier objeto que utilicemos se inteligente: Smartphones, Smartwatches, focos y refrigeradores inteligentes, etc. La inteligencia de estos dispositivos tiene que ver con cómo se adaptan a las necesidades del consumidor o cómo le hacen la vida más cómoda, después de unos cuantos minutos de configuración.
La inteligencia, en ese sentido, está relacionada con la eficiencia y la facilidad de uso, es decir, que sean dispositivos muy intuitivos para el usuario. Pero, la inteligencia tiene diferentes formas de manifestarse y, mientras la producción de dispositivos novedosos continúa, una parte del planeta está pensando en la movilidad inteligente.
Probablemente, lo primero que se nos viene a la mente son autos que se conducen solos o que se programan para ser mucho más cómodos. Pero, la movilidad inteligente se refiere, más bien, a una manera mucho más eficiente de transportarnos en las ciudades.
La idea principal de la movilidad inteligente es reducir el uso o dejar de utilizar vehículos que requieren gasolina. Este movimiento surge por la necesidad de reducir los congestionamientos vehiculares, disminuir la contaminación y el tiempo que perdemos en los trayectos diarios.
Practicar la movilidad inteligente puede verse como: compartir el carro con alguien más para ir al trabajo, usar el transporte público, ir en bicicleta, etc. En buena medida, este movimiento es una respuesta a lo llenas de autos que están las ciudades y en donde la construcción de más vías vehiculares, sólo ha aumentado el problema. Es decir, cada vez es más difícil moverse en la ciudad por la cantidad de autos que hay, por lo que es momento de activar otras medidas.
Existen programas, como la Ecobici o la Tarjeta de Movilidad Integrada en la CDMX, que son parte de este movimiento, pero, para que sus efectos sean visibles, es necesario mejorar las condiciones del transporte público y favorecer a los que usan electricidad.
Si ayudamos a que la movilidad inteligente se instale en nuestras ciudades, mediante el uso de bicicletas, viajes compartidos, etc., podremos contribuir a una mejora en nuestra calidad de vida, nos ahorraremos tiempo y dinero que gastamos en el tránsito, y pondremos un granito de arena más en tener un planeta más sano.