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Publicado el 27 noviembre, 2021
Todas las potencias mundiales tienen una cosa en común, acceso al petróleo, y depósitos sumamente grandes. Con el decremento acelerado de los pozos de donde extraerlos, y la no tan acelerada evolución de los vehículos eléctricos, permite que los países productores de la gasolina tengan el poder de la toma de decisiones y el control sobre muchos elementos, el más importante, la refinación de la gasolina.
Hoy en día, los países que controlan la mayoría del petróleo son los Estados Unidos, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, China y Canadá. Estados Unidos produce en promedio 18.6 millones de barriles de crudo al día, esto quiere decir el 20% de la producción mundial.
Existen 4 diferentes tipos de petróleo de acuerdo con una clasificación global que los separa para los diferentes tipos de uso que se le pueden dar:
Petróleo Clase A: Este tipo de crudo es muy ligero, sumamente volátil y tóxico, tienen un alto nivel de evaporación y son normalmente inflamables. La mayoría de los productos refinados. Este es el indicado para producir gasolina o diésel.
Petróleo Clase B: Estos crudos tienen una textura como lubricante o cera, por lo que de este se producen las parafinas más densas que conocemos hoy en día.
Petróleo Clase C: Este crudo se caracteriza por ser sumamente viscoso, y es ideal para la refinación de distintos aceites para motor de alta densidad y grasas para alta presión.
Petróleo Clase D: Este crudo tiene la característica de poder ser trabajado para cumplir con las características ya sea de Clase C o de Clase B de acuerdo con el procesamiento, además de ser prácticamente no tóxico.
Para México, la clasificación es distinta, Olmeca, Istmo y Maya son las denominaciones de acuerdo con el tipo, siendo el Maya el de mayor extracción con un promedio del 62% año con año, siendo este el ideal para la refinación de combustibles.
Aun cuando México produce mayormente petróleo que es ideal para la refinación de gasolina y diésel, las situaciones de la economía actual hacen para los gobiernos una decisión difícil en cuanto a la importación de la gasolina y almacenamiento de la producción contra la extracción y refinación del producto extraído para el consumo local.
México importa cerca de 70% de su consumo de gasolinas y, de este monto, casi 90% proviene de Estados Unidos, que cuenta con la región más competitiva de refinación en el mundo. Esto debido a que, los precios bajos del crudo a nivel internacional, hace más atractivo refinar el producto propio que venderlo, sin embargo, la competencia de la región gracias a la producción de Estados Unidos lleva a que los precios y la calidad del producto a la decisión de continuar importando.
Adicionalmente a esto, la infraestructura con la que cuenta nuestro país no permite alcanzar los niveles de calidad que se puede obtener al importar el combustible, por lo tanto, es un beneficio para los consumidores y fiscal para el gobierno al mismo tiempo. Descubre nuevas tendencias, noticias y todo acerca de muchas diferentes industrias en el blog de Bardahl Industria.