Publicado el 2 marzo, 2023
Esta es una de las preguntas más frecuentes durante el proceso de compra de un vehículo, ya sea nuevo o usado. En la mayoría de las ocasiones nos encontramos con una mirada vacía, sin muchas respuestas concretas; y, muchas veces nos dan una simple referencia al manual de usuario y ya, lo cual no aclara las cosas. Sin embargo, sí hay una respuesta concreta a esa pregunta y, a continuación te la decimos junto con una explicación completa.
Cada combustible tiene un nivel de octanaje (octanos), la gasolina Premium, en México, oscila entre los 92 y 93 octanos, la magna 87 y el diésel, que se mide en cetanos, representaría aún menos. El octanaje es una medida de estabilidad del combustible, indica la cantidad de presión a la que la gasolina puede ser sometida antes de que comience a encenderse por su propia cuenta.
Después de ingresar en la cámara de combustión, la mezcla de gasolina y aire se somete a compresión por parte del pistón cuando éste sube. La presión genera que las partículas de combustible se froten entre ellas, elevando su temperatura y pueden llegar a explotar. La distancia que el pistón sube se llama “relación de compresión” y se mide en milímetros contra 1cm. Por ejemplo, 9.8/1 o 12.3/1; esto normalmente lo puedes encontrar en la ficha técnica que te entregan en las agencias. La regla general es, si la relación de compresión es mayor a 11.0 a 1, este vehículo debe de usar combustible Premium, pero, ¿qué sucede con los motores turbo cargados?
El propósito detrás de un turbo cargador en un auto es, como su nombre lo indica, tener una turbina que comprime la mezcla de combustible y aire, por lo que, en lugar de ingresar una partícula, entran 10 en el mismo espacio. Esto hace que las partículas ya estén a una mayor temperatura y que, además, serán sometidas a mayor compresión durante el tiempo que lleva en el ciclo del motor. No importa si la relación de compresión es 3 a 1 o 100 a 1, el combustible ya está comprimido y puede generar una pre ignición si no cuenta con un octanaje mayor.
Lo primero que notarás en tu auto es una pérdida de potencia, no aprovecharás al máximo la gasolina y te afectará significativamente en el desempeño del motor. De ahí se derivará un mayor consumo y muchas cosas más que explicamos a continuación.
Cuando una gasolina explota antes de tiempo, expande los gases que hay dentro del cilindro del motor. Estos gases son lo suficientemente fuertes como para frenar el momento del pistón, moviéndose hacia arriba o, por lo menos, harán que se desacelere. Esto provocará que se agregue una mayor resistencia a cualquier componente del motor y generará desgaste innecesario, antes de tiempo.
Los primeros componentes que se verá afectados son los anillos de los pistones, desgastándose con anticipación, lo cual afectará en dos sentidos: uno, el pistón se moverá ahora de lado a lado, en lugar de quedar ajustado y solo tendrá movimiento vertical, esto generará un movimiento como sacudida en el motor, lo que conocemos como cascabeleo, que es simplemente un desbalance en el motor. Dos, el segundo elemento afectado, como consecuencia de la resistencia de las pre explosiones y del movimiento asimétrico de los pistones, serán las bielas, que también sufrirán un desgaste anormal que debilitará poco a poco la integridad física de este importante componente, poniendo en riesgo al motor.
Cuando los anillos no generan el sello adecuado, el aceite lubricante puede entrar en la cámara de combustión, o la gasolina podría salir de esta, provocando que la fricción sobrecaliente el motor o que la combustión se vea comprometida. Más adelante, las bielas corren el riesgo de romperse, poniendo un trágico fin a la vida del motor, que quedará desbielado.
Cada vez que adquieras un auto, asegúrate que estarás dispuesto a usar la gasolina indicada, así no pondrás en riesgo tu fuerte inversión y no tendás que cambiar un motor desbielado. Evita riesgos innecesarios a tu motor, equipo de trabajo, incluso en tu casa visitando nuestro blog.
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