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Publicado el 1 septiembre, 2023
La lluvia es un fenómeno natural que puede ser un obstáculo para conducir, sobre todo si no estás preparado. Las calles mojadas, la visibilidad impredecible y las superficies resbaladizas pueden hacer de las carreteras un lugar peligroso, sin contar con los baches que se esconden en los charcos. Maniobrar con seguridad y eficacia en tales circunstancias requiere preparación, conciencia y concentración. He aquí algunos consejos para que poder manejar mejor en condiciones de lluvia y llegar a tu destino sano y salvo.
Mantener un vehículo con un funcionamiento correcto es una parte vital de la conducción segura bajo la lluvia. Antes de salir a la carretera, asegúrate de que los frenos, los limpiaparabrisas y los neumáticos de tu coche estén en buenas condiciones. Si tu coche no está en óptimas condiciones para manejarlo en la lluvia, considera otra opción de trasnposrte, ya sea rentar o pedir prestado otro auto o comprar boletos de autobús. Asegúrate también de que los faros delanteros y traseros funcionan correctamente, ya que ayudan a mejorar la visibilidad en caso de lluvia intensa.
Reducir la velocidad es esencial cuando se conduce bajo la lluvia. La velocidad recomendada es de 16 a 24km/h, que menos de la que conducirías normalmente en un día soleado. Evita los frenazos bruscos, ya que pueden bloquear las ruedas y hacer que el vehículo derrape o gire sin control. Cuando esté lloviendo, no te enfoques en llegar lo más rápido posible a tu destino, sino en llegar seguro.
La distancia de frenado en carreteras mojadas se alarga considerablemente, por lo que es imprescindible mantener suficiente espacio entre vehículos para evitar colisiones. A una velocidad de 50km/h o menos, basta con una distancia de dos segundos, mientras que a 100km/h o más, se recomienda una separación de cuatro segundos. Mantén siempre la distancia adecuada y segura en todo momento cuando conduzcas en un día lluvioso.
Cuando conduzcas bajo la lluvia es vital que estés muy atento. Sé siempre consciente de lo que ocurre a tu alrededor y concéntrate en la carretera. Evita las distracciones manteniendo la vista en el camino. No dudes en apartarte si te sientes distraído, ansioso o cansado. Estate siempre preparado para responder a situaciones peligrosas, como hidroplaneo o aquaplaneo, que pueden hacer que tu coche derrape y quede fuera de control.
Enciende las luces delanteras cuando conduzcas bajo la lluvia independientemente de la hora del día. La visibilidad puede reducirse significativamente durante los aguaceros y tus luces pueden ayudar a que otros conductores te vean mejor. Además, recuerda utilizar siempre los intermitentes para indicar cuando vas a girar o cambiar de carril.
El control de crucero es una función diseñada para mantener una velocidad constante, pero no se recomienda para conducir bajo la lluvia. Esta función no te permite percibir con antelación los cambios en la superficie de la carretera, lo que aumenta el riesgo de hidroplaneo y, en última instancia, de perder el control del coche. Por otro lado, es esencial evitar los charcos, ya que pueden ocultar baches u otros peligros de la carretera y hacer que tu coche derrape sin control.
Cuando conduzcas bajo la lluvia, prepárate siempre para el peor de los casos. Llevar un kit de emergencias que incluya una linterna, un botiquín de primeros auxilios, mantas, agua potable, comida y un cargador de móvil, es muy recomendable. Puede sonar exagerado, pero es mejor prevenir que lamentar.
Conducir bajo la lluvia requiere paciencia, atención y precaución. Si sigues estos consejos, podrás maniobrar con seguridad y eficacia, y estar mejor preparado para lo que pueda suceder. No olvides tomarte tu tiempo, permanecer alerta y mantener una distancia de seguridad entre tú y los demás vehículos de la carretera. Practica estos hábitos de conducción segura siempre que conduzcas bajo la lluvia, y llegarás a tu destino sano y salvo.