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Publicado el 16 noviembre, 2016
El aceite lubricante realiza más tareas que las que su nombre indica: lubricar; enfría el motor, limpia los conductos internos y un sinfín de tareas adicionales. Lo que ya sabemos es que los componentes del motor se deterioran cuando el nivel de lubricante está por debajo de los mínimos requeridos, pero en este artículo intentaremos darle un poco más de sentido a qué puede pasar cuando ese molesto testigo del tablero se enciende.
Digamos que el nivel de aceite se encuentra bajo o el depósito de aceite totalmente vacío, el anticongelante se encuentra trabajando al máximo, pero no podrá controlar el sobrecalentamiento por mucho tiempo.
La temperatura del poco aceite que está circulando por el motor sube cada vez más. Esto sucede debido a que no le da tiempo suficiente para bajar la temperatura y se recircula al motor con una temperatura alta, lo que ocasiona que solamente continúe en aumento. Cuando esto sucede, el aceite lubricante, ya sea mineral o aceite sintético, tendrá un desgaste muy acelerado. Aun cuando el aceite sintético puede durar un poco más, también se rendirá al calor eventualmente y dejará tu motor totalmente expuesto.
El aceite lubricante tiene una gran cantidad de reacciones normales de su funcionamiento, como son:
Todas las anteriores ocurren normalmente, pero la razón por la que realizamos el cambio de aceite es debido a que todas estas situaciones ocurren a un ritmo mucho más acelerado con aceite lubricante que ya ha dejado de realizar sus funciones, o peor: cuando no hay aceite lubricante.
Toda la descomposición natural del aceite lubricante deja detrás acumulaciones de alquitrán, lodo, barniz, hollín y muchas cosas más, que comienzan a acumularse dentro del motor y sus recovecos, como los anillos, baleros, paredes del cilindro y cualquier sitio por donde pase el aceite. El aceite de motor está compuesto primordialmente por carbón, y todos los desagradables resultados que mencionamos anteriormente son resultados del calentamiento del carbón.
Cualquier elemento que entra en contacto con estas acumulaciones se ve afectado por ellas, ya que son sumamente duras y pegajosas por lo que viajarán con el aceite y generarán más fricción. A su vez, el aceite dejará de cumplir su función de una manera rápida, si es que hay un poco todavía. Los elementos no permitirán un libre flujo, terminando incluso hasta tapando secciones y bloqueando todos el sistema de aceite lubricante.
Todos los componentes móviles internos del motor están expuestos a sufrir desgaste por fricción, por lo que es la tarea del aceite lubricante reducir ese problema. Conforme el aceite pierde sus características de protección o se desgasta, la temperatura del motor se incrementa a ritmos acelerados, hasta que alguno de los elementos cede y se rompe, resultando en una tragedia, tanto para tu motor como para tu cartera.
A continuación podrás ver un video de lo que sucede a un auto 2006 con 200 mil kilómetros que no ha recibido las cantidades adecuadas de aceite (nota: el video está en inglés).
No olvides realizar el cambio de aceite de manera periódica para evitar este tipo de inconvenientes. Si deseas más información acerca de cómo mantener tu auto a la perfección, visítanos aquí.